martes, 4 de junio de 2013

Siria, porque toca, me toca de cerca y me toca los...

Hace más de dos años se desataron una serie de protestas para desbancar a los gobernantes y dictadores de diversos países árabes. En alguno de ellos se quedaron en protestas y enfrentamientos con la policía y el ejército y que desembocaron en caídas de los dirigentes de algunos de esos países.

En Egipto, el pueblo se organizó en protestas pacíficas para echar del poder a Mubarak. Y lo consiguieron.
En Libia, la cosa fue un poco más dura y se desató una guerra con la participación de varios países europeos, entre ellos España, y como no, EE.UU, para apoyar a los rebeldes y así deshacerse de Gadafi. ¿Por qué? Muy sencillo. Libia es uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo, y claro, hay que cuidar la gallina de los huevos de oro.

¿Y Siria? ¿Por qué Europa y EE.UU no se meten a ayudar a los rebeldes? Simple. No tienen tanto petróleo como Libia para echarles una mano. Eso sí, la venta de armas a los rebeldes por parte de Europa y EE.UU y por parte de Rusia al régimen de Al Asad no cesa. Hay que hacer negocio de alguna manera.

Estas grandes potencias mundiales, se están beneficiando de las masacres que se producen allí. Pero cuidado, que no están de brazos cruzados. Se reúnen de vez en cuando para ver que hacen con esto. La verdad que esto me suena a un juego. Parece que están jugando al Risk. Ponen sus soldaditos, cañoncitos y demás parafernalia bélica. Tiran los dados, y a ver a quien le toca atacar.

Mientras todos estos políticos se juntan en reuniones inútiles, los sirios se enzarzan más y más en una guerra que ya no saben cómo ni por qué empezó.

Por experiencia propia puedo decir que el pueblo sirio tiene miedo incluso a miles de kilómetros de su tierra natal por si algún extremista quiere hacerles daño. Viven con miedo, ven todos los días como sus amigos, compatriotas y familiares se matan entre ellos sin poder hacer nada.

Señores políticos, dirigentes o como ustedes quieran llamarse. ¿Que tal se dejamos de vender armas a los dos bandos, tomamos cartas en el asunto y paramos esto? Ah sí es verdad, el dinero. No me había dado cuenta. Ustedes perdonen.

Un saludo.