jueves, 14 de marzo de 2013

Francisco I y el Vaticano después.

¡Habemus Papam! Está claro que esta es la forma en la que tenía que empezar este post hoy.

Se ha elegido a un nuevo Papa, un cardenal Jesuita argentino de 76 años que ha elegido para su pontificado el nombre de Francisco I.

En las apuestas entre los posibles papables, él no estaba entre ellos. Nunca el que es elegido estaba en las quinielas, eso quiere decir que los "expertos" en esta materia no saben por donde se hallan.

En las retransmisiones de televisión se habla de que es un Papa austero, que viaja en autobús y en metro y vive en un modesto apartamento en Roma, al parecer al austeridad es algo común en la orden de los Jesuitas. Otras opiniones que se decían es que durante su pontificado vamos a oír mucho: - Es el primer Papa que... Por el momento lo único en lo que es el primero es en que es sudamericano y que es Jesuita.

Seguramente en los temas más importantes que conciernen al resto del mundo no será el primero. No será el primero que apoye la utilización del preservativo para evitar el contagio del SIDA; no será el primero que apoye el aborto; no será el primero, por muy austero que sea, que venda posesiones del Vaticano para acabar con el hambre en el mundo.

Una de las cosas que más chirrían en este tipo de elecciones es que puede más el poder político del candidato, como por ejemplo los Borgia, que su devoción por lo que hace. Uno de los puntos que estaba bastante claro es que el Papa tenía que ser del otro lado del charco para así dar "poder" a América. Mentira. Lo que ocurre es que en Europa el poder de la iglesia está bastante debilitado y se tienen que ir a Sudamérica ya que allí son más devotos.

Para ser realista, cuando se elige a un Papa no se elige al hombre que propaga la voz de la iglesia por el mundo, se elige a un presidente de un país pero no lo eligen sus fieles si no sus compañeros de partido. ¿A qué os suena esto?

Un saludo.


habemus papam